Diego y yo coincidimos enseguida en que, para disfrutar de la lectura, hay que estar en un sitio tranquilo, en una postura en la que estés a gusto... Y, por qué no, compartiendo un libro con un/a compañer@, comentando el libro...
La cosa es leer. Y no por obligación, sino por placer.
Y sin querer, con una simple colchoneta, se crea ese ambiente de lectura compartida...
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